miércoles, 11 de septiembre de 2013

Pio Collivadino reseña

ARTE
01 09 2013
Pio Collivadino: artista de Buenos Aires en construcción por María Santa Cecilia
La exposición de Pío Collivadino (Buenos Aires 1869-1945) en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires (MNBA) se inauguró el 23 de julio y será clausurada el 15 de septiembre. Las pinturas, los dibujos y grabados son testimonios estéticos de la metrópoli moderna construida a principios del siglo XX. Nacido en Barracas, hijo de una familia de inmigrantes lombardos, vivió en Italia entre 1890 y 1906, donde se formó como artista. Desde su regreso al país, plasmó en sus obras la transformación de Buenos Aires. Las obras expuestas de Collivadino muestran la mirada paisajística sobre la gran ciudad: en las escenas portuarias, los rascacielos y avenidas del centro, los nuevos edificios industriales, las fábricas, los puentes y el suburbio.
Copyright: María Santa Cecilia

Pio Collivadino: artista de Buenos Aires en construcción por María Santa Cecilia
Siempre es maravilloso volver a descubrir el trabajo de los artistas, su obra en construcción, sus ideas plasmadas tanto en unos simples trazos dentro de los límites de soportes pequeños como en los grandes lienzos.
Pío Collivadino fue un testigo valioso de la trasformación de la Ciudad de Buenos Aires, sus pinturas, dibujos y grabados dan cuenta de la capacidad fotográfica de su mirada y de un cierto espíritu que se debatía  entre la incertidumbre del cambio del paisaje urbano y el orgullo por el progreso. Ha dejado como testimonios obras sobre la construcción del puente de La Boca, la avenida Diagonal Norte, el edificio del  Banco de Boston y las plantas eléctricas, los edificios altos y enormes en contraste con una urbe de casas bajas de principios del siglo XX.
Collivadino fue un maestro en dibujo, pintura y grabado, sus aguafuertes destacan un carácter en el trazo y en la búsqueda de planos. La luz parecía ir a su encuentro en cualquier rincón de Buenos Aires haciéndonos recorrer poéticamente el más austero de los espacios. Por ejemplo, una pequeña obra cuyo título es “La puerta verde” y en la que ha inmortalizado con maestría solo una pequeña puerta verde en una casa humilde del Buenos Aires del 1900.
Influyó en sus colegas y en el ambiente artístico, siendo el primer artista argentino que participó en la Bienal de Venecia en el año 1901 con la obra “La vida honesta” la cual no volvió al país porque fue comprada por el Museo de Udine.
Dos años más tarde envió el óleo “La hora del almuerzo”, obra perteneciente al patrimonio del MNBA que podemos ver en esta muestra y que revela a un colorista, apasionado por su época. En ella retrata a siete trabajadores en la hora del almuerzo, disfrutando del aire libre, del sol y de la conversación. A la derecha una figura clava su mirada en “la incertidumbre del futuro” podríamos deducir, el único que se destaca con un pañuelo rojo al cuello. Con dos manos sostiene lo que se lleva a la boca. El uso de los blancos y espacios es de una maestría inigualable.
Se unió al grupo Nexus junto a Fernando Fader y Martín  Malharro cuyos integrantes eran también Cesáreo Bernaldo de Quirós, Carlos Ripamonte, Justo Lynch, Alberto Rossi y los escultores Arturo Dresco y Rogelio Yrurtia, todos prestigiosos artistas argentinos.
Fue director de la Academia Nacional de Bellas Artes donde fundó los talleres de grabado y escenografía. Tuvo a su cargo las cátedras de dibujo, pintura y grabado, director de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y de la Real Academia de Brera, Milán, escenógrafo y presidente del Directorio del Teatro Colón hasta su muerte, en 1945.
Logró destacarse por el gesto en los empastes del óleo y el puntillismo, técnica que utilizó en varias de sus obras. Su línea de dibujo es de una rigurosa generosidad, marcando límites para dar paso a nuestra mirada y nos llevan indefectiblemente a revivir el período del crecimiento y de la construcción de la ciudad moderna. En su primera exposición en 1907 en Buenos Aires, se consagró como el “pintor de los faroles suburbanos”.
La familia del artista cedió a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires,  más de cien obras plásticas oleos, lápices, sanguíneas, acuarelas, grabados, litografías. En 1992, la Universidad inauguró el Museo Pío Collivadino, en una casa antigua, ubicada en la calle Medrano Nº 165, en Banfield. Ahora permanece cerrada.
La muestra del MNBA con curaduría de Laura Malosetti, está formada por obras, dibujos, óleos, aguafuertes que han sido restauradas por el equipo de restauradores e investigadores del Instituto de Investigación sobre el Patrimonio Cultural (IIPC-TAREA) de la Universidad Nacional de San Martín.

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